Tomás Sanz Barrau ha tenido la generosidad de donar –procedente de los recuerdo nazarenos conservados en la casa de la familia Montero, vecina al Santuario de Nuestro Padre Jesús- un ejemplar de la primera fotografía realizada a la imagen de N.P. Jesús datada en 1859. Se trata de una fotografía tamaño 21 x 16,5, con bordes ovalados, que va montada sobre tarjetón acartonado de 27´5 x 18´5 y que lleva a su pie la inscripción “Verdadero retrato dela sagrada imagen de N.P.J.N./ que se venera en la Yglesia de la Merced de la ciudad de Jaén”. “Propiedad de la Cofradía”“G. Giménez Fot. 1859”. Texto de D. Manuel López Pérez
Donada por la Marquesa de Blanco Hermoso encargada a Valencia al taller de D. Timoteo Xerri.
Cruz de palo santo, con caras adornadas de molduras guarnecidas con adornos de bronce dorado de estilo renacentista.Tiene en el madero central una placa con la inscripción "Ana Josefa López de Mendoza y Muñoz Cobo, de Mariscal, ruega pidan a Jesús por ella...", junto con una estrofa del poeta Almendros Aguilar "Todas las cruces son flores si las sabemos llevar. Si os agobian soportadlas que Jesús os sostendrá".
El Viernes Santo de 1879 Nuestro Padre Jesús portaba por vez primera la Cruz.
Cuelga de su brazo una gran llave, copia de la que daba acceso a un HOSPITAL, un gran brote de peste que asolaba la ciudad en el siglo XVII. Ntro. Padre Jesús salió en procesión de ROGATIVAS para que cesara la enfermedad, se cortó milagrosamente el brote de peste y nadie mas enfermó ó murió por esa enfermedad. Cerrandose definitivamente las puertas del hospital, estas fuerón depositadas ante su imagen y desde entonces las lleva en su brazo colgadas
Se cuenta que durante la epidemia de peste de 1681 la imagen procesionó por la calle Josefa Segovia, en San Ildefonso, donde se encontraba un antiguo hospital. Sanaron los enfermos y el hospital tuvo que cerrar sus puertas por falta de trabajo. De ahí proceden el par de llaves que cuelgan de su brazo.
Las llaves son copia de las que le fueron ofrecidas por la Ciudad en 1681.
En otra ocasión se le pidió auxilio ante una pertinaz sequía y a los pocos días de procesionar comenzó a llover: de ahí proceden las espigas de oro que se aprecian en el frontal de su trono. Las espigas y aceitunas, de plata, fueron donadas por la Confraternidad de Labradores en 1859 por haberse remediado la sequía..
Se cuenta que durante la epidemia de peste de 1681 la imagen procesionó por la calle Josefa Segovia, en San Ildefonso, donde se encontraba un antiguo hospital. Sanaron los enfermos y el hospital tuvo que cerrar sus puertas por falta de trabajo. De ahí proceden el par de llaves que cuelgan de su brazo.
Las llaves son copia de las que le fueron ofrecidas por la Ciudad en 1681.
En otra ocasión se le pidió auxilio ante una pertinaz sequía y a los pocos días de procesionar comenzó a llover: de ahí proceden las espigas de oro que se aprecian en el frontal de su trono. Las espigas y aceitunas, de plata, fueron donadas por la Confraternidad de Labradores en 1859 por haberse remediado la sequía..
La nueva cruz, con molduras plateadas, se hizo inspirada en el diseño de la cruz de la Marquesa, en Lucena (Córdoba) en el año 1971, después de restaurarla en Jaén, habiendo estado en desuso en la Iglesia de la Merced.
En uno de los brazos, a la altura de las manos de N.P.Jesús hay una placa de plata con la grabación de un verso escrito para la imagen del Excmo. Sr. Gobernador Civil.
“No pases sin que alto hagas
Buen giennense. Mírame,
Considera bien mis llagas,
Y veras que mal me pagas
La sangre que derramé” Marzo 1971
En el centro de la cruz hay otra placa de unos versos escritos por el secretario de la Cofradía en el año 1940.
“Un Jaén lleno de heridas,
Que van curando los rezos,
Un Jesús nuestro de veras
¡El Jesús de los jaeneros!.
La Cruz fue costeada por limosnas de cofrades y devotos.
Actualmente se encuentra colgada en el techo del Santuario Camarín de Jesús.
A Nuestro Padre Jesús se le aclama reiteradamente con la advocación de “El Abuelo”.
El vítor de ¡Viva el Abuelo! se ha convertido en toda una seña de fe popular.
Esta advocación no tiene arraigo histórico y de fundamento, pues según dicen unos, por el año 1870 al hacer la crónica de la estación de penitencia de Nuestro Padre Jesús, algunos periodistas lo presentaban como un abuelo capaz de convocar a los giennenses como lo hacían los patriarcas del siglo XIX con sus familias.
Para otros Nuestro Padre Jesús es la transformación prodigiosa del anciano “El Abuelo” que transformó aquel tronco de encina en una singular imagen en la Casería de N.P. Jesús.
Es en el siglo XX cuando se generaliza el grito de “Viva El Abuelo” entre la clase obrera y el pueblo llano, consolidándose en el año 1935 cuando el maestro D. Emilio Cebrián titula su famosa marcha procesional como “El Abuelo”.
¡VIVA NUESTRO PADRE JESUS! ¡VIVA EL ABUELO!
IMAGEN DE Ntra. SRA. DE LOS DOLORES. 1942
Desde sus orígenes las cofradías hacían estación de penitencia en la S.I. Catedral en su recorrido procesional. La cofradía de N.P. Jesús fue la que más tiempo mantuvo esta tradición, en la que después de recorrer el primer tramo del itinerario, a primeras horas de la mañana entraban en la S.I. Catedral y permanecía allí durante una hora para después proseguir con su recorrido.
A Consecuencia del estado ruinoso de la Iglesia de la Merced y al salir desde la Catedral sobre mediados del siglo XVIII, se suprimió la estación en el Templo.
En el Año 1954 se acordó que el acto de penitencia se realizara en la Iglesia de San Ildefonso; la Verónica entró con normalidad pero al intentar meter el trono de N.P. Jesús, y al haber calculado mal las medidas, la parte superior de la Cruz golpeó en el dintel de la puerta y se astilló, lo cual obligó a quedarse en la calle con la consiguiente desorganización.
Esto motivó que a partir del año siguiente se anulara definitivamente.
Nuestra Señora de los Dolores, obra del escultor D. José de Medina, año 1741.
Desde 1959 luce el fajín del general, ilustre giennense D. Joaquín Nogueras Márquez. El Sábado Santo de 1989 le robaron a la Virgen este fajín, que apareció el 31 de Marzo en un cubo de basura. En 1873 se dotó a la imagen de una peana que se decoró en 1900.
Capilla de N. P. Jesús “El Abuelo” en el Convento de La Merced.
Primer periodo de 1846 a 1936. La Cofradía decidió transformar el Camarín en una Capilla aprobándose en Abril de 1877, en la cual el día 3 de Agosto de 1878, en sencilla ceremonia celebrada a las diez de la mañana, se entronizó la imagen de N.P. Jesús. En 1912 se dotó a la Capilla por vez primera de instalación eléctrica.
Entre los siglos XVI al XIX las cofradías ofrecían a los hombres una serie de gracias y privilegios espirituales que eran muy valorados.
La Cofradía de Nuestro Padre Jesús dispuso de un gran número de indulgencias y privilegios espirituales.
Muy citado es el Breve de Clemente XI expedido en Roma el 15 de Abril de 1716 por el que concedía indulgencia plenaria a los cofrades moribundos.
Entre las gracias menores que obtuvo la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno cabe destacar los cuarenta días de indulgencia concedidos por el Obispo a quien asistiera a la novena, aumentándose con otros cuarenta por cada “padrenuestro” que se rezase en dicha novena.
El día 23 de Noviembre de 1950, S.S. el Papa Pio XII, concedió su bendición “in articulo mortis” a los cofrades que en su agonía invocaran a Nuestro Padre Jesús.
Trono de María Santísima de los Dolores.
El palio fué realizado en 1950 y el manto en 1951, mediante la técnica del bordado de aplicación, en Cádiz, en el colegio de San Martín de las Hijas de la Caridad. A mediados del siglo XX, la Cofradía de "El Abuelo" la adquirió a la hermandad sevillana de Nuestra Señora de la Caridad, conocida como la "Hermandad del Baratillo"
En la guerra civil española,sorprendentemente se salvó muchos ejemplos artísticos pero también fueron destruidas casi al completo las devociones de muchos pueblos y ciudades como Linares, Úbeda o Bailen. Sería imposible mentar y mostrar todas aquellas perdidas pero estoy seguro que algunas de aquellas imágenes, pinturas o retablos quedaran para la posteridad como el rico patrimonio del que fue despojada y que hoy día daría mucho más atractivo a esta provincia. Basándonos en las cofradías penitenciales curiosamente en Jaén se conseguirían salvar muchas de las enormes tallas que procesionan gracias a Dios hoy en día por su ciudad aunque imágenes como el “Señor de Jaén”, El Abuelo llegaron a ser rescatadas de un montón de elementos religiosos que posteriormente fueron prendidos fuego, perdiendo en aquella situación la eterna imagen del Nazareno algunos dedos de la mano. La furia iconoclasta se cebaría con las cofradías de San Idelfonso, la Vera Cruz y la Soledad perdiéndose el quizás primer crucificado procesional de la historia de esta provincia, el Cristo de la Vera Cruz atribuido a Salvador de Cuéllar o Juan de Reolid. La Magdalena de la parroquia del mismo nombre, posiblemente obra de Mateo de Medina fue brutalmente mutilada y reconstruida por Muñoz Arcos tras la contienda -imagen que abre la entrada-. El granadino Sánchez Mesa renacería la devoción al crucificado de la Vera Cruz con una talla que sigue casi fielmente al Cristo de la Misericordia de Granada obra de José de M