martes, 26 de abril de 2011

(Poema de Federico de Mendizábal y García-Lavín al que puso música el maestro don José Sapena Matarredona

Redoblar de tambores a paso lento;

sale Jesús de noche todavía.

El paño funeral del firmamento

su duelo en sombras a la tierra envía.

Le sigue la enlutada cofradía

cuyas capuchas se hunden un momento

en las tinieblas de la noche;

el viento sopla los cirios con angustia fría.

Con la cruz en el hombro ensangrentado

por Simón Cirineo acompañado,

va el Redentor del mundo…y amanece.

El sol su primer rayo le ilumina.

Y al dar en la frente pálida y divina

como un beso del cielo resplandece.



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