
Entre la sensibilización de los devotos y la responsabilidad de los gestores de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores. De estas dos partes depende llegar a un punto intermedio para que el talón de 'El Abuelo' no continúe el proceso de deterioro acelerado por un acto como el besapié.
El talón de la imagen de Nuestro Padre Jesús es la parte de la talla que sufre un proceso de deterioro más acusado. El culpable de ello, en buena parte, es el acto público de veneración que se realiza cada año en la recta final de la Cuaresma y que consiste en besar la parte trasera del pie. El problema, según explica el hermano mayor de la cofradía, Francisco Gutiérrez, es que los fieles no solo pasan los labios sobre la imagen sino que algunos rozan con estampas, llaves de coches o de viviendas y otros objetos rígidos esta parte y ello daña enormemente la policromía.
En el año 1993, el gabinete de restauración de patrimonio del Arzobispado de Madrid, dirigido por Raimundo Cruz Solís, acometió la restauración más importante a la que se ha sometido la talla en sus casi 425 años de antigüedad. Desde entonces, la junta de gobierno de la hermandad acordó que, cada seis años, este experto se trasladaría a Jaén, junto a sus técnicos, para reparar aquellos pequeños daños que pudiera sufrir en este tiempo. Por lo tanto, esta medida se lleva a cabo desde hace casi veinte años. La última visita del experto madrileño a Jaén se produjo en agosto de 2010. Entonces ya advirtió a los responsables de la hermandad de que la zona que peor estado presentaba era la que estaba expuesta al besapié. Desde ese momento, apunta Gutiérrez, se comenzó a pensar en tomar medidas para preservar a la imagen.
Justo antes del besapié de 2011, los responsables tomaron una instantánea de esta zona. Durante los cuatro días de besapié las personas encargadas de controlar el acto pedían a los fieles que se limpiaran el carmín de los labios, que los objetos los pasaran por los faldones de la túnica o que se quitaran las gafas antes de inclinar la cabeza. Aun así, su sorpresa fue mayúscula cuando comprobaron que después de estos cuatro días de exposición al público, la policromía de esta zona presentaba arañazos y daños que eran evidentes.
Todo ello hace que la junta de gobierno se plantee que las medidas ya adoptadas y que consisten en modificar costumbres no son del todo efectivas por lo que, con toda probabilidad, será necesario pensar en otra serie de iniciativas. Así, Gutiérrez pone como ejemplo el Cristo de Medinacelli de Madrid, que es, con toda probabilidad, la imagen de España que más besos recibe en su pie y explica que esta talla cuenta con una especie de “calcetín” de plata que cubre el lugar en el que se da el ósculo para preservar por completo la integridad de la talla.
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